domingo, 12 de octubre de 2008

Palabras hacia mi persona de Rafael Requerey (a todas luces inmerecidas)

A simple vista parece excesivamente formal y de una seriedad que impone. Cundo lo tratas, descubres a un hombre afable, educado, divertido, con un ápice de ironía que te desconcierta en un principio hasta que descubres un humor sano que induce a la hilaridad. Constante, cumplidor como el que más, propone, alimenta y alienta proyectos, asumiendo responsabilidades relevantes. Persona de la cultura, el senderismo, la pesca, la agricultura y el tricornio. Secretario eficaz y cronista cuidadoso, pleno de cabalidad y con el asiento de la palabra del sabio: reciedumbre, exquisita y cortés. Últimamente, como si expandiera el tiempo, se ha convertido en aprendiz de artesano: construye canastos "regoveros" y otros enseres casi perdidos. A mí me tiene fascinado. ¡Cómo es posible que le saque al día tanta producción! Apasionado de la lectura, alterna clásicos con contemporáneos, relato con poesía. Posee una vasta cultura. Su personalidad es de una ductilidad pasmosa, pasa del lenguaje coloquial al culto, según las circunstancias y las personas con las que se relacione. Asesora y cumplimenta solicitudes, reclamaciones… en aras de una licencia en derecho que le proporciona un conocimiento fiel de lo legal. Rafael Pimentel Luque es, ante todo, buena gente, un defensor de la cultura popular y un entusiasta animador de las artes y las letras.Recibe un cordial abrazo, amigo mío.
Rafael Requerey Ballesteros

1 comentario:

RAFAEL COBO dijo...

Pues así es usted, amigo Rafael. A al menos, yo te veo tal cual te describe otro buen Rafael.

Gracias por ser como eres.