PRESENTACIÓN
DEL LIBRO “EL CASTELLAR DE PRIEGO, ESTUDIO GENERAL”, autor Rafael Pimentel Luque; 18-01-2013, a las 20.30 horas, en
la sala de exposiciones del casa museo de D. Niceto Alcalá Zamora.
Buenas
noches:
Señor concejal de Cultura, amigo Miguel Forcada, mi admirado la Guardia Civil , amigos de la Biblioteca, de Carcabuey y del grupo
de senderismo “La Cabra Loca ”;
bienvenidos todos. maestro Rafael
Osuna Luque, señor alcalde pedáneo del Castellar, compañeros de
Emocionado,
comienzo agradeciendo vuestra asistencia esta noche a la presentación de mi
pequeña obra sobre la aldea de El Castellar, especialmente a los vecinos de la
misma que están entre nosotros. Permitidme en este principio, que tenga un
sentido recuerdo para mi padre, Rafael Pimentel Mérida, fallecido en 2007,
incansable trabajador, que junto a mi madre, aquí presente, supieron
transmitirme su interés por el conocimiento y la constancia como recto camino
para conseguir más amplias metas.
Empecé
a conocer El Castellar durante el año 1989, a raíz del noviazgo con la que hoy es mi
esposa, Pili, que residía junto a su familia en esos bellos parajes, al pie de
la mole de la Sierra
de Albayate, cuya contemplación se imponía sentados a la puerta de la casa
durante aquellos larguísimos veranos de nuestra juventud. Sus padres,
habituales andarines por los alrededores en el sentido más neolítico de la
palabra, me fueron mostrando por primera vez, lugares como el cortijo Reyes, la
cañada de Dios, la Senda
del Perro o el cortijo de la
Sierra , que luego van a aparecer reiteradamente en este
libro.
El
Castellar de Priego, y no sobra el “de Priego” porque son 17 las poblaciones
que así se llaman en España, e incluso, hay dos lugares, en Cabra y Sileras
(Almedinilla), nombrados como Castellar; presenta unas peculiaridades que le
hacen especialmente interesante no solo entre el resto de pedanías del término
municipal de Priego, sino a escala provincial y autonómica.
En
primer lugar, está la existencia de la ermita de San Miguel, templo cuyo origen
está perfectamente datado en 1700, ubicado en una elevación de 926 metros , antesala de
Albayate, lejana al núcleo del diseminado, hecho que no se da en ninguna otra
población similar de la comarca. Ligado al mismo, nació una hermandad de
animeros conocida como “de los inocentes” o “de los tontos” que pervivió hasta
los años 60 del siglo XX; sus componentes, ataviados de singular manera,
destacando los alfileres y las cintas de colores que se prendían, recorrían la
comarca pidiendo limosna para el mantenimiento de la ermita. Esta singularidad,
con similitudes en la vecina provincia de Granada, pero no en la comarca de
Priego, es, a mi parecer, lo más destacable desde el punto de vista
antropológico que podemos encontrar en El Castellar.
De
otro lado, durante más de dos años, ocupé el cargo de secretario de la Asociación de Amigos de
San Miguel del Castellar, lo cual me ofreció la posibilidad de conocer en
profundidad a muchísimas personas vinculadas a la aldea; en el curso de las
conversaciones surgían recuerdos del pasado y comentarios sobre gente ya
desaparecida, lo cual despertaba mi curiosidad. Por esta razón, decidí iniciar
un blog: “aldeadelcastellar.blogspot.com” en el cual, desde abril de 2007, he
ido colocando toda la información que ha ido llegando a mis manos: noticias,
documentación sobre El Castellar que está en el Archivo Municipal de Priego,
fotografías de eventos allí celebrados y algunas curiosidades como la
adquisición por el emperador Napoleón, durante la Guerra de la Independencia , de un
cortijo en esta aldea.
También,
el contacto con Miguel Forcada, con el que comparto diversas aficiones de tipo
cultural, pero principalmente el senderismo, me permitió conocer con gran
detalle los parajes que comprende nuestro diseminado. Miguel me invitó a
realizar un catálogo de antiguas construcciones: casas, cortijos, cabrerizas y
cortijadas, y me puse manos a la obra. De este modo, en la web “panoramio.com”
se insertan fotografías de más de un centenar de edificaciones con sus nombres
y coordenadas geográficas sexagesimales, que pueden ser vistas a través de la
aplicación Google Earth; en este terreno, resultó vital el auxilio del alcalde
pedáneo Manuel Gil Cano.
Cuando
planteé la idea al profesor Osuna Luque, me pidió en primer lugar un por qué, a
lo que contesté, en resumen, que consideraba de interés para Priego, población
con una amplísima bibliografía, iniciar un estudio de una de sus aldeas sobre
las que no había ninguno de tipo general y, sin embargo, paradójicamente, estas
habían supuesto más del 50% de los habitantes del término municipal hasta la
década de 1950. De otra parte,
constituía un desafío la investigación de un diseminado tan pequeño, cuando,
además de carecer de publicaciones sobre el mismo, los datos en el ámbito local
solo están desagregados hasta el nivel de municipio.
Numerosas
han sido las horas pasadas en el Archivo Municipal, en el Parroquial y en el
Registro Civil, vaya desde aquí mi agradecimiento para sus responsables: Jesús
Cuadros, Benjamín Julián y Antonio Ordóñez. De estas dependencias, he ido
extrayendo toda la información con alguna referencia al Castellar de Priego que
encontré; por ejemplo: un padrón vecinal de 1696 en el que se cita a nuestra
aldea junto al Campillo y una población como los Almongávares, cuya ubicación
se desconoce, aunque lo más probable es
que coincidiera con lo que hoy es Peñas Doblas en la Sierra de Albayate; otro
documento peculiar es una relación de voluntarios realistas fechada en 1825. De
la Parroquia
de la Asunción
y del Registro Civil, he fotografiado más de 1.400 inscripciones de nacimientos
y defunciones de personas de nuestra aldea entre 1842 y 1942.
Fundamental
resulta igualmente, la información revelada por el periódico Adarve, tanto en
su primera como en su segunda época, cuya búsqueda resultó muy facilitada por
la digitalización de todos los números llevada a cabo por Enrique Alcalá Ortiz;
persona, a la que debo agradecer que de su obra Priego y prieguenses en la prensa cordobesa (1852-1952) extractara
una separata, antes de la publicación de la misma en 2012, con las noticias
referentes a El Castellar, siendo insustituibles estos contenidos para el
estudio de la desamortización en este territorio durante la segunda mitad del
siglo XIX.
No
puedo olvidar en el capítulo de agradecimientos a Rafael Carmona, coordinador
del Servicio Municipal de Arqueología, respecto a los datos de la pedanía
contenidos en la Carta Arqueológica Municipal. Tampoco a Luís Ortiz,
técnico del Servicio de Urbanismo, por la elaboración de los croquis de planta
y cubierta de la ermita y de la iglesia del Sagrado Corazón, siendo la imagen
de la portada del libro obra suya; además, está mi sobrino, Cristian Aguilera,
que colaboró restaurando algunas de las fotografías dañadas que aparecen en la
edición. Es de justicia, citar el buen hacer de Álvaro Pérez, de la imprenta de
la Diputación Provincial ,
por su magnífico trabajo de maquetación, y al grupo de espeleología G40, que me
facilitó la información sobre las dos cavidades existentes en la zona objeto de
estudio, especialmente, respecto a la sima de la Llaná en la Sierra de Albayate.
De
otro lado, el profesor Manuel Peláez del Rosal me ofreció algunas referencias
al diseminado en los protocolos notariales de principios del siglo XVII, además
de haber publicado en la revista Fuente
del Rey la trascripción de la escritura por la que se contrató la
construcción de la ermita de San Miguel que aparece en el libro. Y tampoco he
de omitir al patronato Niceto Alcalá Zamora, en cuya sede, concurrimos esta
noche a la presentación que nos ocupa.
Entrando someramente en el contenido del texto, diré
que: “Castellar” según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española , en su segunda
acepción, tiene el siguiente significado: “Campo donde hay o hubo un castillo”,
procedente del latín “castellarius”. No sabemos a ciencia cierta dónde estuvo
ese “castellar” que da nombre a nuestra aldea, en mi opinión, se situaba en el
cerro de la ermita de San Miguel, como excepcional lugar de vigilancia que
domina todo el valle de Priego. Sin embargo, este paraje no ha sido objeto de
estudio arqueológico, probablemente, porque los restos que pudieron quedar de
aquella primitiva construcción defensiva fueron destruidos durante la obra de
la ermita a principios del siglo XVIII.
Otro
topónimo que se refiere a esta pedanía es el de Los Chirimeros. No obstante, he
podido comprobar que el mismo no aparece en la documentación hasta bien entrada
la segunda mitad del siglo XIX y que hoy casi ha desaparecido, aunque figura en
alguna correspondencia que reciben los vecinos. Puestos a deslindar qué era El
Castellar y qué Los Chirimeros, las
respuestas no han sido uniformes, aunque el criterio más aceptado es que Los
Chirimeros sería el conjunto de viviendas que constituyen el núcleo de la aldea
junto a las antiguas escuelas y la iglesia.
La palabra “chirimeros” no aparece en el diccionario de la Real Academia , sin embargo, se
refiere al conjunto de músicos que tocaban las chirimías, instrumento antecesor
del oboe que se usaba tanto en celebraciones religiosas como seculares.
Brevemente
diré, en cuanto a los orígenes de El Castellar, que no existe constancia de su
poblamiento antes de la dominación romana; en este período, encontramos restos
de asentamientos rurales en el Cortijillo, Cerro del Charco y las Parras. De
época musulmana, datan los restos encontrados en la zona de las Rentas,
denominándose el yacimiento como Los Villares.
Tras
la conquista de Priego por Fernando III de Castilla en 1226, la zona pasa a
estar controlada por la Orden
de Calatrava, si bien después de perderla a manos del ejército nazarí de Granada,
vuelve a ser tomada por el rey Alfonso XI en 1341, soberano que dividió el
término de Priego en “caballerías” una de las cuales sería El Castellar.
Precisamente este monarca, en su famoso Libro
de la Montería
dice que “el monte del Castellar de la Sierra de Albayate es bueno de puerco en
invierno”, primera referencia escrita al topónimo que podemos encontrar en tan
temprana fecha.
El
Castellar de Priego, en sentido propiamente dicho, nace en un período que
podemos acotar entre mediados del siglo XVI y principios del siglo XVII. En esa
época, los vecinos de Priego compraron tierra a la nobleza y varias dehesas al
Rey. También importantes valdíos y realengas al comisionado de Felipe IV, Luís
Gudiel y Peralta, en 1639. Esto, unido a la costumbre del Ayuntamiento
prieguense de la época de subdividir las tierras de común entre los hijos de
los arrendatarios y conceder permiso para edificar casas dispersas, y a la
existencia de numerosos manantiales de agua, va a dar lugar al nacimiento de
las aldeas del término de Priego, y por ende de nuestro querido Castellar.
En
cuanto al número de habitantes, desde los primeros datos de 1696 con 75
personas hasta los 817 de 1950 hubo un crecimiento constante. Llegados los años
60 del siglo XX, el descenso va a ser continuo, pues en el padrón de 2008 eran
137 los habitantes de nuestra aldea. En este sentido, deseo que el libro
también sirva para reivindicar ante nuestras administraciones los valores
históricos, antropológicos, medioambientales y sociales de las pequeñas pedanías
como El Castellar, cuyas formas de vida corren el riesgo de desaparecer para
acabar como simples lugares de segunda residencia sin una cultura propia.
Termino
ya, esperando no haberles cansado, reiterando mi agradecimiento por su
presencia en la presentación del libro sobre El Castellar de Priego, expresando
enorme gratitud hacia mis compañeros de mesa, sin
cuyo concurso esta publicación no hubiera visto la luz habiéndome cabido el honor darla a conocer en
esta casa que viera nacer a nuestro ilustre paisano D. Niceto Alcalá Zamora.
Gracias.
2 comentarios:
Enhorabuena a los amigos de El Castellar y a Rafael Pimentel por ese libro sobre vuestro pueblo que sin duda viene a dar a conocer y fijar la verdadera memoria histórica de vuestro pueblo. Obras como esta son precisas para dignificar y hacer notar la importancia del paisaje y el paisanaje del campo que tanto han sido ignorados a lo largo de los siglos.
Descubro este blog desde el de la Biblioteca de Priego y lo enlazo al nuestro. FELICIDADES.
José Puerto
De los MOCHILEROS DEL RÍO ANZUR de El Nacimiento de Zambra.
http://nacimientodezambra.blogspot.com.es/
Gracias José, intentaré enviarte el pdf. con el contenido del libro. Nos vemos en la intervención de Manolo el próximo 1 de febrero en Priego.
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