martes, 4 de diciembre de 2007

Cortijo la Era, en la cumbre de la Sierra de Albayate (un lugar casi mágico)





























3 comentarios:

Antonio Aguilera dijo...

Fantástica,toda esta zona, se le nota un halo de misterio, casi fantasmal, como tu dices, mágico.Siento mucho no poder acompañaros,sabes que soy muy aficionado a descubrir lugares así, fantásticos,y que además tengo una relación nostálgica-personal muy grande hacia ellos. Debo descansar un poco el coco y ponerme en mejor forma física para poder acompañaros. En mis tiempos anduve bastante por las tierras de cazorla. änimo con el proyecto, éste tan hermoso.

Anónimo dijo...

No sé si será oportuno reproducir parte de lo que tengo escrito sobre el mismo. Por si acaso, ahí va un pequeño fragmento:
"A ... se le considera una persona excéntrica. Bueno a él solo no, a toda la familia:
P..., su mujer, y L..., la hija; porque se empeñan en seguir viviendo a su manera en las
borrascosas cumbres de Los Pelaos, enclave ecológico y arcaizante del subbético andaluz,
proporcionando una experiencia casi única, en toda la comarca, de trabajo integrado y respetuoso
con el medio. Un trabajo duro que obtiene del ecosistema lo necesario para vivir. Una economía de subsistencia plenamente integrada, nada agresiva, contributiva del equilibrio natural, que obtiene
los recursos con acertados criterios tradicionales de explotación agropecuaria de montaña.
El tiempo se detiene en la ladera sudoeste de Los Pelaos. El cortijo “ La Retama” corona el
montículo de Peñas Pardas, paso natural del camino viejo a Granada, en el lugar conocido por “ El
Cunaero”. En el vivir solitario, por decisión propia y en la certeza de que son una de las últimas familias que siguen en el umbral del novecientos, cuando se les mira a los ojos, en ellos, se
descubre la melancolía de un pasado remoto que ya no volverá, pero que quieren amparar a toda
costa, como único refugio defensivo de la cultura de origen.
Andaba T... algo inquieto y preocupado en aquellos primeros días de otoño. Aguzaba
la mirada, que se perdía por un horizonte de mar de montañas, como escudriñando algo oculto o
barruntando un mal presagio. Los animales en el aprisco rebrincaban y retozaban de manera
impropia. P... iba de acá para allá y mantenía a L... en un encierro claustral. Era la
comezón propia de la temporada en la que se renueva el ciclo de sus vidas: disponer la besana,
arar, sembrar el trigo, guardar los frutos de la huerta, preparar los enseres de la matanza,
desenrollar fardos, preparar espuertas y varas, revisar y reparar el aparejo de los mulos para la recogida de la aceituna...
- ¡ Recuas de mulos, la llamada de la cabra reclamando"
DESDE EL DESVÁN, "La Retama".
Rafael Requerey Ballesteros.

Rafael Pimentel Luque dijo...

Gracias por incluir tu pasaje de "La retama" a Rafael Requerey. A Antonio Aguilera le animo a venir con nosotros, nos adaptaremos a tu forma física y gozarás profundamente, porque estos entornos nos llenan de vida.