sábado, 31 de mayo de 2008

El topónimo "El Castellar" (libro de Enrique Alcalá)

La palabra castellar en botánica se refiere a la planta tropical todabuena y en toponimia, significa tierra donde hay o hubo castillos. De esta última acepción es la que sin duda procede el nombre del Castellar prieguense, que como bien sabemos, tuvo su origen en la palabra latina “castéllum”, diminutivo de “castrum”. Tuvo tanto éxito este lexema que si tuviéremos que citar todos los topónimos y gentilicios y otros derivados de estas palabras llenaríamos un buen tomo con muchas páginas de lugares, apellidos y palabras de significado diverso repartidos por toda la península y naciones de influencia latina. En nuestro propio municipio, aparte de “castellar”, tenemos los topónimos de “castillejos”, “castillo”, “castil” (antiguamente “castel”, significaba castillo) y “castillanejo”, además de los sinónimos “torre” y “torrecilla” con los que se nombran algunos lugares.
Al ser palabra tan famosa y extendida por toda nuestra geografía no es raro por tanto que haya habido un trasvase a los apellidos. La familia de gentilicios como la de topónimos es muy numerosa. En nuestro municipio aparecen los apellidos de Castellanos, Castelló, Castilla, Castellar, Castillejo, Castillo y los sinónimos Castro, Torres y Torrejón.
El apellido “Castellar” nos lo hemos encontrado una vez en la prensa cordobesa y lo llevaba la familia de los coheteros de Priego que tuvieron la empresa en actividad hasta unos pocos años. La ocasión fue un accidente de trabajo. Dice así: “EXPLOSIÓN.- Dicen de Priego, que hallándose trabajando con cohetes el pirotécnico Antonio Guerrero Castellar, hizo explosión uno, produciendo un incendio en la casa, calle Santo Cristo, 9, propagándose a la número 7. Fue sofocado, y resultaron heridas las hijas de aquél, Patrocinio y Eulalia, de pronóstico reservado”.
(“El Defensor de Córdoba”, número 11859, 9 de mayo de 1935).
Si bien aparece con el segundo apellido “Castellar”, nos surge la duda, puesto que la misma noticia en otro diario, escribe “Castelar” y no “Castellar”:
“FUEGO EN UN TALLER DE PIROTECNIA.- Noticias telegráficas de Priego dan cuenta de que en el taller de pirotecnia de Antonio Guerrero Castelar, sito en la calle Santo Cristo, número 9, estalló un cohete y se produjo un incendio. Las llamas se propagaron rápidamente a la casa número siete de la citada calle. Tras grandes esfuerzos y a costa de grandes pérdidas pudo ser dominado el siniestro. Durante el mismo sufrieron quemaduras de pronóstico reservado Patrocinio y Eulalia Guerrero, hijas del pirotécnico”.
(“La Voz”, número 6021, 10 de mayo de 1935).
En los varios miles de fichas que tenemos de nombres prieguenses no aparece ni una vez la palabra “castellar” como apellido. Sin embargo, sí que se repiten otros apellidos derivados del mismo lexema. A título de ejemplo, citamos “Castilla”, de larga trayectoria en el Priego y una de las familias más ricas e influyentes. Citamos solamente a José Luis Castilla Ruiz, constructor de la mansión, actual Casa de la Cultura y del ya degradado Recreo de Castilla.
También es muy abundante el apellido “Castillo”. Recordamos al notario Enrique Castillo y Aguilar, padre de Purificación Castillo que se casó con Niceto Alcalá-Zamora y Torres, el prieguense que fuera el primer presidente de la Segunda República Española.
Por cierto, y con todos los respetos, nuestro insigne paisano Niceto Alcalá-Zamora Torres lleva el significado de “castillo” por todas las partes. Primero tenemos que la palabra alcalá, procede del árabe al-käla, y significa castillo situado en una altura, y por otra torre es sinónimo de fortaleza. Si además se casó con Purificación Castillo, sus hijos llevaron como apellidos las palabras, alcalá, torres y castillo, y como hemos dicho al principio, un sitio con muchos castillos, es un “castellar”.

2 comentarios:

Mª Antonia dijo...

Interesantísima explicación.
Cada día encuentro y aprendo algo nuevo.

Abrazos.

Rafael Pimentel Luque dijo...

Gracias Toñi, sigues siendo casi la única comentarista de este humilde blog del Castellar.